
ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN
Esta fase debe estar enfocada en definir y justificar el uso, actividades, escala, densidades propuestas, fisonomía, tipologías adoptadas. Todos estos aspectos deben justificarse y nacer de la investigación de campo en el contexto y de la investigación documental y de casos de estudio similares.
Se define para este caso como investigación la acción de recabar toda la información documental y estudios de campo específicos del contexto, orientados a comprender el estado actual del mismo, es decir no solo la recopilación de datos, sino además las conclusiones obtenidas por el alumno, con las que se definirán las condiciones de partida del proyecto en especial la escala, número de usuarios, actividades, fisonomía, tipología a usar, del elemento arquitectónico propuesto.
El alumno debe definir un método claro de análisis, para recabar los datos, pero a la vez, demostrar la utilidad y correlación de estos para el planteamiento de diseño del proyecto. Con el fin de evitar un exhaustivo trabajo de datos dispersos, es importante analizar los aspectos urbanos que afectan directamente el problema definido, sus antecedentes e implicaciones.
En cuanto a la normativa, se debe entender esta como un elemento vital en la planificación, pero no univoca ni irrevocable. El alumno por tanto debe cumplir la misma, o justificar y proponer un cambio de normativa acorde al estudio desarrollado, y en apoyo de experiencias similares, tanto en normativas especiales locales como en normativas desarrolladas fuera del ámbito nacional, como respuesta al concepto y modelo urbano planteado.